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Credsa - Ediciones y Publicaciones Barcelona

Libro leído

Pasta Dura, 936 Páginas. Prólogo de Fernando Gutierrez - Traducción: Luis Obiols  "...El Decamerón empieza con un breve proemio,  preámbulo en el que el autor habla en nombre propio. Por cuestiones de amor decide consagrar un poco de su tiempo a los placeres de un público lector principalmente femenino.

La primera jornada viene precedida de una descripción de la peste y del relato de cómo se produjo el encuentro fortuito de los narradores de estas historias. El Decamerón contiene así una descripción de los efectos físicos, psicológicos y sociales que la peste bubónica ejerció en esa parte de Europa.

¡Cuántos valerosos hombres, cuántas hermosas mujeres, cuántos jóvenes gallardos a quienes no otros que Galeno, Hipócrates o Esculapio hubiesen juzgado sanísimos, desayunaron con sus parientes, compañeros y amigos, y llegada la tarde cenaron con sus antepasados en el otro mundo!

Mientras Florencia sufre la muerte, siete jóvenes (amigas, parientes o vecinas) de la alta sociedad florentina se encuentran por azar un martes por la mañana reunidas en la desierta iglesia de Santa María Novella. Después de la misa, se pusieron a charlar.

Evocando la situación sanitaria, Pampinea lanza la idea de retirarse de Florencia y marchar a una villa abandonada en el campo de Fiesole durante dos semanas. Todas aprueban la idea, aunque Filomena advierte del peligro de dejar la sociedad sin ningún hombre que las rija. Y la joven Elisa la apoya:

En verdad los hombres son cabeza de la mujer y sin su dirección raras veces llega alguna de nuestras obras a un fin loable: pero ¿cómo podemos encontrar esos hombres? Todas sabemos que de los nuestros están la mayoría muertos, y los otros que viven se han quedado uno aquí otro allá en distinta compañía, sin que sepamos dónde, huyéndole a aquello de que nosotras queremos huir, y el admitir a extraños no sería conveniente; por lo que, si queremos correr tras la salud, nos conviene encontrar el modo de organizarnos de tal manera que de aquello en lo que queremos encontrar deleite y reposo no se siga disgusto y escándalo. Boccaccio.."

 

 

EL Decamerón - Boccaccio

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Pasta Dura, 936 Páginas. Prólogo de Fernando Gutierrez - Traducción: Luis Obiols  "...El Decamerón empieza con un breve proemio,  preámbulo en el que el autor habla en nombre propio. Por cuestiones de amor decide consagrar un poco de su tiempo a los placeres de un público lector principalmente femenino.

La primera jornada viene precedida de una descripción de la peste y del relato de cómo se produjo el encuentro fortuito de los narradores de estas historias. El Decamerón contiene así una descripción de los efectos físicos, psicológicos y sociales que la peste bubónica ejerció en esa parte de Europa.

¡Cuántos valerosos hombres, cuántas hermosas mujeres, cuántos jóvenes gallardos a quienes no otros que Galeno, Hipócrates o Esculapio hubiesen juzgado sanísimos, desayunaron con sus parientes, compañeros y amigos, y llegada la tarde cenaron con sus antepasados en el otro mundo!

Mientras Florencia sufre la muerte, siete jóvenes (amigas, parientes o vecinas) de la alta sociedad florentina se encuentran por azar un martes por la mañana reunidas en la desierta iglesia de Santa María Novella. Después de la misa, se pusieron a charlar.

Evocando la situación sanitaria, Pampinea lanza la idea de retirarse de Florencia y marchar a una villa abandonada en el campo de Fiesole durante dos semanas. Todas aprueban la idea, aunque Filomena advierte del peligro de dejar la sociedad sin ningún hombre que las rija. Y la joven Elisa la apoya:

En verdad los hombres son cabeza de la mujer y sin su dirección raras veces llega alguna de nuestras obras a un fin loable: pero ¿cómo podemos encontrar esos hombres? Todas sabemos que de los nuestros están la mayoría muertos, y los otros que viven se han quedado uno aquí otro allá en distinta compañía, sin que sepamos dónde, huyéndole a aquello de que nosotras queremos huir, y el admitir a extraños no sería conveniente; por lo que, si queremos correr tras la salud, nos conviene encontrar el modo de organizarnos de tal manera que de aquello en lo que queremos encontrar deleite y reposo no se siga disgusto y escándalo. Boccaccio.."