Con ocasión del centenario del nacimiento de Sartre, Annie Cohen-Solal se acerca Nuevamente a la obra del prolífico escritor-filósofo. «Escribo cada día seis horas por la mañana y seis horas por la tarde, es la única regla que sigo», le gustaba decir a Sartre. Una obra proteica, extensa, inacabada y abierta que, tras la muerte del autor en 1980, no ha dejado de enriquecerse gracias a la publicación de textos perdidos, regalados o recuperados. Annie Cohen-Solal muestra la mecánica intelectual del autor y revela las líneas fundamentales de su pensamiento (sensibilidad particular a las guerras, pasión por la modernidad, odio hacia lo arcaico, máquina de subversión contra el poder, contra cualquier tipo de poder), vuelve sobre ciertos periodos clave de la trayectoria sartreana como el de la ocupación, arroja nueva luz sobre algunos temas espinosos como las relaciones con el PCF (Partido Comunista Francés) o la polémica con Camus y se pregunta por la divergencia en la recepción de la obra de Sartre en Francia y en el extranjero.Con ello rinde un homenaje deliberadamente original a quien rechazó todos los honores (desde la Legión de Honor al Premio Nobel), a quien se negó a dejarse transformar en institución, y abre nuevos caminos para una lectura renovada de su obra. Una obra que, todavía hoy, encierra sorprendentes intuiciones que aún nos sirven para seguir descifrando nuestra época; una obra que, de forma pionera, se preguntó por el futuro de la cultura occidental, la nueva interdependencia cultural o la era poscolonial. ¿Qué es, pues, la obra de Sartre en 2005? Una guía ética, afirma la autora.